
desgarrarme las manos
en súplica al destino
por fingir alguna línea más.
Y no fue
Nos quedamos
en la vida, a medias
Yo, sin cordón umbilical
Tú, tan muerta en la orilla
como en tus despedidas
Y hoy nos separan barcos
mares cuentos relojes
inviernos
y este abismo
este maldito abismo.
Fotografía de Sergio Larraín.
la vida, al final siempre la vida... es lo único que nos acompaña siempre
ResponderEliminarTú harta de tanta duda,
ResponderEliminaryo de preguntarle al viento,
tú ¿qué dónde conocí a la luna?
¿yo?
Me encantó!
ResponderEliminarSdos.