miércoles, 22 de diciembre de 2010

Descargas.

Los amantes no necesitan de estas luces.
Puedo comer de tus verbos coartados por el frío
y dormir entre mantas y mantas de vejez transitada,
si me comentas, sin sombrero, un" Quiero estar contigo".

lunes, 13 de diciembre de 2010

Desnúdate despacio, que tengo prisa




Vamos, vamos...descarga. Reanima. Vuelcan mis costillas el tiempo gastado.
Palas. Otra descarga.
El pecho,
el pulmón,
el aire que se me escapa y que omito a veces y que hoy sale en forma de mi bemol mayor,
porque has tocado todas esas cuerdas,
ese acorde...
Repercusión de caracola y nervios con uñas rotas.
faldas rojas, armarios vacíos, remiendos sin dueño
vueltas hasta vomitar, olor a sábanas, a nueces esquivas
libros torcidos, paredes lisas, calada a una sinestesia,
fotos en azul, arena como sal, ventanas sueltas
saltos...
saltos
mortales.


y en la caída; mis rodillas, sosteniendo una vez más
todo el peso astillado.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Unidades entrecortadas.


Es mi sangre de cereza rota,
la que reza sin despertador
muy cerca de tu almohada;
muertes graduadas
en pieles ajenas y sumisas.
Me nazco y pierdo en cada resquicio.
Te extraditas a mi vientre.
y los ritmos
girando sobre un mismo eje
subordinado en quejidos
de un blanco sucio
que se empaña mes a mes.
y me llamante y te imploranme
en un entrecortado verbo
de carne y entrañas.

martes, 7 de diciembre de 2010

Como lágrimas en la lluvia


De la noche, saca la mano el barquero. Llueve. Grandes pompas esféricas, perfectas, putrefactas...aparecen y desaparecen en los charcos. Una orilla. Dos pasos más allá, el torrente y el barquero. Dos monedas, un viaje. De ida. Sólo de ida.
Estás cansada, de deberte a las cegueras, las ambigüedades y las prisas. Los "noli me tangere" de las ruinas excavadas en las conciencias hoy...se precipitan. Los quiebras todos; y corrompes carnes que besaste y amordazas, suicidas máximas que sólo te llevaron a la cordura, borras números que sumaste cada sábado.
Te das a una vida sin querer.
Y ya no quieres a la inercia como guía.
Rema barquero, rema...

lunes, 29 de noviembre de 2010

Puzzles


Resulta tan jodidamente extraño: Mueves piezas, rehubicas términos y buscas lógica de algoritmo a una respiración. Me abstengo. Me araño. Te quiero condenar a una única visión perspectivesca. Te simplifico. Lo intento. Pero no puedo entender tu brazo sin tu espalda, ni tu nuca sin tu oreja.
¡Date la vuelta! Mírame con tus dedos, obedéceme con tu lengua y arrástrate sin tu estómago. Dámelo, dámelo todo y huye desnudo entre mis piernas.
Solo este tiempo es mio; un instante débil, mojado, quebradizo... del que luego desteñiré huellas, para huir violeta a mi "passage" cubista.



Imagen: "Amistad" de Picasso. Colores modificados.

martes, 2 de noviembre de 2010

InForma-dos


Texto: Fragmento de "Maurice Blanchot: el ejercicio de la paciencia" por Sergio Cueto.

La supresión de la relación directa entre amo y esclavo en una sociedad que, podríamos definir del "progreso" trae como consecuencia la imposibilidad de una oposición directa del esclavo contra un ente de firme materialidad contra el que poder sublevarse.
La incertidumbre de nuestro posicionamiento de lucha, del bando exacto desde el que tomar posicionamiento y apuntar a destajo nos sitúa ante la desventaja de no sabernos nominados, de carecer de un puesto firme, de una identidad. Nuestra mentalidad occidental funciona a base de oposiciones, de contrarios; no existe tristeza sin felicidad y dolor sin bienestar. La realidad de una se constata con la limitación de aquélla otra.
Es por ello que la falta tangible de límites nos apoca a este eterno desencuentro, a esta falta de fuerza individual y colectiva con la que alzarse en el mundo, para el mundo y contra él. Quiero decir que la monstruosidad que someramente podíamos denominar como capitalismo se ha convertido en una fuerza invisible que condena sin sentencias y con ellas, habla sin voz y grita sin descanso, lucha sin manos y combate con ellas.
Porque creo que definirnos, autoafirmarnos como seres individuales y no perder nuestras pieles que separan pero afirman, nos afianza como personas y nos permite escapar de la masa de la incertidumbre.

martes, 7 de septiembre de 2010

No llames al entrar.


Habita en esta mujer desconchada un ansia de destino que se atraganta a cada golpe de marea. A veces las raíces se apresuran en el suelo con avidez de sabia insospechada. A veces también un balcón abierto lanza su vuelo dejando atrás nostalgias de porcelana rota.

Sólo en esta mujer, habitan destierros y acosos. Delirios y porcentajes de cordura mal distribuída. Manos y pies. El mordisco y la manzana. El silencio y la memoria. El plural de los esquemas que no cuadra cuando intenta multiplicar fuerzas sin cordón umbilical.

Pero en esta mujer hoy no hay fronteras, ni camiones de basura. No hay deudas, ni certezas. No hay tiempo para bailes con príncipes desgastados o explicaciones de guitarra vieja. Hoy sólo habita en ella un diluvio que ahoga surrealidades etéreas.

jueves, 3 de junio de 2010

Des(en)cuent(r)os




Es el bar donde se cruzan nuestras discordias. Tú pides un vino, yo una cerveza. Tú que callas mientras espero una respuesta. Tú que comes carne y yo ensalada. Tú ...que pareces conformarte con todo y yo... con nada.
-Y habrá que proceder a la culpa, para que lo racional entienda y cuadre y sea lógico y queme y sientas que todo funciona como debería, que todo si se habla, se termina-
Pero callas. Escucho el eco de un gigante que abre sus fauces para devorar al salvaje. Se me pone la piel de gallina mientras son 36 los grados que transpiras. Y todo por descubrir que el anticipar quiebra magias y golpea nervios, abre heridas, supura piedades que se arrojan a tus pies como cigarros impedidos y faltos de fuego.
Todo por hacerte ver que mis pies, mis manos, mis pelos, mis uñas, mi anatomia ...se pierde en las distancias alimentándose de mi ego, al que corrompen con el antojo de hilaridades concupiscientes. Todo por decirte que mis azotes masoquistas se ven justificados por tus mutis y miradas arrojadas al viejo que se termina una coca-cola.

miércoles, 2 de junio de 2010

...

De sus siete últimas palabras, desaprovechó la primera con un suspiro, la siguiente se le atragantó en los labios, bautizando con la tercera, sus mejillas por el surco de una lágrima.
"Róbame el aliento" y el punto y final lo consagró el beso.

domingo, 30 de mayo de 2010

Retratos viejos


No soy aquella de gafas,

vestida de pastora y

mirada absurda.

No soy la hermana

que se cree necesaria.

No soy la chica sin nombre

que ocupó tu cama durante algunas

horas

Ni siquiera soy quien lloraba en los entierros

y en los descansos

de esta vida

No soy el coma etílico en un hospital

lombardo

No soy el sentido del cambio

en el rumbo

de la tuya.

Tampoco aquel enclave seguro

que abordaba

mi existencia.

No soy el miedo a perderte

ni lo complejo de estar contigo

No soy el aliento fresco

de menta

por las mañanas.

No soy la vecina educada

del ascensor.

No soy la conversación

apresurada

de los buenos días.

No soy lo profundo

de la embriaguez

filosófica.

No soy el lema

rotundo

de mis creencias.

Tampoco soy la duda

constante

en las disputas.


Pero soy mi ahora; mi quiero y puedo, mi sábana con tus marcas de sueño incierto,

mis apuntes non finitos, las horas que desean el verano, las botellas vacías,

el nudo en el estómago, los “no molesten”, el vuelo de una mosca, el grito ahogado

en la almohada... el vértigo del final.



martes, 18 de mayo de 2010

Ya no me duelen los paréntesis


  • Felicidades.

  • Gracias, por cierto...

    El golpe del silencio al otro lado de la línea (y de ésta, también de ésta), la presunción de inocencia al mirar alarmada el calendario, por no haberlo hecho antes, por hacerlo ahora, por olvidarme del pasar de los años, por la sorpresa reprimida con boca de pez asfixiado. Y ese golpe en el estómago que juntó los macarrones con el remordimiento.

  • ¿Vas a venir?

  • Eh...si, claro, claro que iré...

  • ¿Viene también...?

  • No..no, él no viene.

    Porque no quiero compartir lo esperpéntico de un “danzad malditos” a cuerpo de hostia y caliz consagrado, de miradas enrojecidas por lo excesivo del rimell, de salidas de tono por ocupar los asientos, de conversaciones apresuradas fingiendo saber los nombres, de pensar que aquí paz y después gloria sin haber leído la maldita página del destierro.

  • Ah, vale.

  • Si, allí estaré. Vale

    Resulta válido para ti que has hecho de la dejadez tu rutina y la filosofía de tus entrañas ahora queda demasiado lejos para orquestarla mientras a tu lado baila el orangután embrutecido por sus verdades infalibles.

  • Hasta luego.

  • Adiós.

    Y esta vez la esperanza que aún se columpiaba en algún lugar del castigado hipotálamo de mi conciencia, dejó de hacerlo tras comprobar tu “mutis por el foro” y permitir que él escribiera los compases, ritmo y melodía en tu forma de caminarme lenta y con tacones sobre una columna que sin vertebras sostiene algo más de cinco años.

  • ...

Divina humanidad

Salvador vivía por y para sus jarrones vidriados. En la pedanía se le conocía como “el barriles” y pasaba los días en su gruta amilanado porque su obra se le antojaba vacía. Por las mañanas acudía a la salida del sol ... pues era en ese momento, en el que el rocío se evaporaba volviendo a sus orígenes cuando sentía que la Unión entre Tierra y Cielo, Hombre y Creación era posible.

Siempre se había conformado con algunas vasijas, ánforas... que por su esencial oquedad no lograban llenar el surco que latía en su pecho. Así pues, comenzó a crear como jamás lo había hecho; pasó días modelando en un delirante estado de inspiración y por fin, pudo contemplar el resultado de su yo más recóndito y perfecto. No quiso ponerle un nombre, por miedo a que las palabras apresaran su belleza y no la mostró a nadie por temor a que se la llevaran, por lo que día y noche custodiaba a su amante.

Un día, cuentan que lo vieron llevando a lomos una hermosa figura indescriptible por su rareza. En lo alto de la colina la posó sobre la tierra y esperó la salida del astro. Allí se encontraron ambos, creación divina y humana...Y durante un suspiro, el sol pareció detenerse reverenciando al artesano.

martes, 4 de mayo de 2010

el shock y la conciencia

Siempre habrá carroñeros que intenten cegarnos y apoderarse de nuestros senos, siempre una garra arrancando jirones de alguna piel; un picotazo, alguien que exclama sin sentido a nuestro cielo un "¡culpable!", un ave que se alimente de nuestras miserables cenizas...para que no podamos barrer bajo la cama sin recibir el clamor popular del imperfecto idiota que estigmatiza con frases hechas o guiones de telenovelas nuestra decisión definitiva.
La existencia en estos casos, nos remará imperturbable, en busca de nuevas conquistas y verdades. Dejando que la casualidad y el destino se entremezclen y diluyan en un remar continuo. En él, hoy mi barca queda presa y no espera el resurgir del sol.