lunes, 19 de diciembre de 2011

Juego solitario.



Seamos mortales durante quince minutos



para enterrar las manos en las vísceras



que nos pesan



y sangrar, sangrar profundo



Nos veremos sin las pieles



de la eternidad que pactamos



con los dioses



Serás un tú



Seré un yo



terriblemente grávido y carnoso



sin el sueño



de ninguna noche de verano.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Déjà vu


Me has negado el deseo
acompañándote en cada límite
de esta cordura de bolsillo roto
te me has huído dejándote
el pestillo el aire el surrealismo
los bares el frío la madrugada
De ti y unas pocas piezas
un blues acaso un cigarro
una cerveza
de mí nos queda un cascabel
una cicatriz un baile
otra cerveza
El disfraz de los días
de cada encuentro cada noche
cada palabra cada maldito beso
que me haces inventar
con esta cerveza.

- Y tú que ni siquiera te conoces, me llamas puta y me dejas.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Síndrome paraneoplásico.

Fotografía de Hansel(Johanna)Mieth


Llegará la vejez de trono abúlico
Rápida, insondable
metastásica.
El paso se hará lento
y el recuerdo será lágrima (llama viva, rabia)
en el intento
de palpar el baile el romance sin vivir
tu piel de cordera y el sacrificio (tu estigma)
como analgesia a la soledad.
Y tus manos se harán torpes
y vivir, la rutina isquémica
de unas pocas sístoles
Llegará la vejez
y nos asaltará en el baño

Llegará la vejez
pidiendo limosna al dos de febrero

Llegará la vejez


y nos habremos marchado

más allá del espejo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Antípodas.


A partir de las seis y cuarto
el mundo me pertenece.
Invento, de nuevo
las calles.
Y a ti, que te he creado
como a un monstruo
me inventas los sueños.

jueves, 27 de octubre de 2011

Il battito


En esta orilla;
un plural de siglos
un millar de escombros
cincuenta y dos temperaturas
en seis fronteras...
lo amargo
de un poso
en el fondo de la taza.

Llegando al mar;
el puñado de vidas
cogido por los sueños
expuesto al frío
de cada cumbre...
la fragilidad
de todos los huesos
en las horas bajas.

martes, 25 de octubre de 2011

Esto es todo, amigos.


Un acorde roto sobre aquella guitarra. Algo que no termina de encajar aquí y ahora; en este salón donde desaparezco por horas, algunas fotos me reclaman hacer digno su pasado, no hacer trizas el presente. Quiero que lo imagines. Que lo sientas; cuando la inercia es más fuerte que el mazazo continuo, que el silencio como respuesta, que las llamadas que no llegan, que el ¿Cómo estás? Que no termina de pronunciarse. Es cuando el despertador suena...otra vez.
Cuando respiras a mañana en una ciudad, en cualquier ciudad...que te diga mucho, o tal vez nada. Qué más da; las seis de la mañana llegan a cualquier cama todos los días. Tus ritmos se hacen sentir más incómodos porque no te encajan, porque no te viven a ti... ni tú a ellos. Suenan a acorde roto.
Algo se va quebrando con los días;
No consigo
tocarme la punta de los dedos,
cantar sin ir borracha
ir en la bici sin frenos
y el mundo ya no cambia si lo pienso.

viernes, 21 de octubre de 2011

Rey de codornices.


"Woody Allen as Charlie Chaplin" Fotografía de Irving Penn



Esta matriz
supura aliento
de dos noches,
la carne
devuelve
crujidos subterráneos
de nuestros costados
partidos
En un intento
de
exiliarte
me he comido
los restos
de un corazón.
Disculpa
si me atraganto.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Quemar después de usar.


Sophie Calle en la fotografía.


Me vence la vida
- su imperativo-
y acomoda mis sueños calle abajo.
Las diez y cuarto,
el cartero. El abuelo, el nieto, el parque.
Cruzo.
La rubia de sandalias. El de los cascos.
La barrendera y su radio.
En la esquina,
la ferretería
en liquidación de verduras.
Y en la noche...
Nadie al apagar la luz.

domingo, 9 de octubre de 2011

Te propongo cenizas.

Imagen de Vorfas.

Si cierro heridas
que sea
porque me quemas.

Mientras decido desheredarme del cotejo hipnótico de una nueva respiración extasiada, destruyo retales de cada apnea en una hoguera de banalidades y en sacrílega oración a los mendigos en desuso,digo: Este pájaro azul no volará más sobre sus cabezas.

Pero tiembla
al encender
la llama.


martes, 19 de julio de 2011

1/2


Günter Brus.


Me encuentro hoy

entre dos muros, ¿sabes?

En la mitad descolgada de tu sonrisa

y el rapto de una vida en Alemania.

Estoy en esa franja del ascensor

donde no se baja

ni se llega al segundo piso

En la cifra despistada

de la serie de Fibonacci,

o en algún remolino de viento

sin vórtice

Es eso, eso, ¿sabes?

La estrategia partida del no saber

de qué trata ahora el limbo

donde me provoco úlceras

y el espasmo decadente

de cuando me falta el aire

en cada escalón.

domingo, 17 de julio de 2011

Canibalismo a media jornada.


Imagen de Werner Bischof

"Come -dijo Prometeo descubriendo su hígado. El ave comió."
André Gide.

La oscura tendencia de una pobre hija de puta; amputar órganos a sus amantes. Con la inercia cansada del mordisco, llega al pulmón izquierdo. Detiene el aire (y esa última bocanada, fría, bajo el edredón en invierno). Es entonces, sin oxígeno, cuando llega al diapasón errante, al corazón compungido y cautivado, cuando, sin costillas, se presenta al devorado como víctima - del sacrificio sin cadenas-.
Así, en crudo, terminan sus historias.
Maldita hija de puta.


martes, 5 de julio de 2011

Del ateísmo, una parte.


Llegas de arrastrar los pies,
limando durezas
con arena, caminante.
Llegas y
un residuo
de mi cicuta
se nos atraganta.
Dime ahora
por qué rezas.

lunes, 16 de mayo de 2011

Here I am.

Fotografía de Roger Fenton.



Tiempo de lucharse y sobrevivirse
(en cada intento)
Verte de lejos
y no elegir tu oxígeno
y tus manos
ausentes.
De reconstruirme
a los restos
de una inmolación,
con los brazos
me faltan
las rótulas
el empeine, el impulso, el contacto último, la epidermis y el asfalto, la célula, el átomo
obviándome
en esta amalgama
de sedimentos.

lunes, 18 de abril de 2011

Teoría de equilibrios.

Fotografía de Diego Ortiz Mugica.



Simétrico a la nebulosa de Antares
tu instinto
de ciego inventado
me palpa.
No hay otros nombres
para la carne
mendiga.
Pido, sólo,
tu sed
y la palabra.

jueves, 31 de marzo de 2011

Me abuso...


...fumándote en treinta y siete caladas,
concentro en cada apnea
la intoxicación de tu nombre.
Obstruye
el paso
de los gigantes.

viernes, 25 de marzo de 2011

Fórum de masacres.


Fotografía de Vorfas.



Prométeme
una espina dorsal
que soporte
estos imprecisos muros
de contención.
A cambio,
amputaré los restos
de las antiguas guerras
de tu trastienda.

miércoles, 16 de marzo de 2011

I come back


Shigeko Kubota, "Vagina Painting"

Ésta es mi segunda herida. En una habitación donde hace más frío del permitido, dejo caer mis jugos. Impúdico animal, me delatas.
Y es ella, la grieta estrábica de mi entrepierna la que pugna por herirme sin censura,
una vez más.
Cicatrízame,coño.

lunes, 14 de febrero de 2011

Permanencia de la ausencia.

Monument. Boltanski.
Va de fotografías- esos monumentos funerarios-, del azar y la contingencia. De la vida y la muerte, tan presente la una como enfatizada la otra por su hiriente ausencia. Va de lo tangible de esta materialidad del recuerdo y la extrañeza que provoca su ausencia real.

Son reliquias por su deseo de permanencia y dolorosas huellas efímeras que nos empujan hacia la evidencia de la mutabilidad del recuerdo. De la fragilidad de la vida y de cómo la eternidad de la muerte se vislumbran en soledad, pues uno termina desapareciendo – o muriendo por segunda vez- cuando deja de ser reconocido en las fotografías. El empeño de éstas por fijar un instante de forma perpetua, se ve fracasado por lo imperfectamente perezosa que resulta la constancia del recuerdo en las personas , a pesar de negarnos a nosotros mismos la evidencia de que el olvido es la consecuencia más natural de la muerte.

El sueño de permanencia es mutilado y los restos de la feroz batalla (que es la vida) quedan elocuentemente ordenados en forma de fotografías, medio de conquista de esta banal supervivencia prometeica y es que, nos fue concedido el fuego, pero no la ambrosía.

Inquietante resulta la muerte en la era de la “reproductibilidad técnica”, donde los rastros de una persona – su imagen, su ropa, sus objetos- sobreviven sin memoria. De todo ello nos habla la obra del artista Boltanski, que usa imágenes anónimas distorsionándolas personalmente para obtener ese carácter más abstracto y universal, obviando precisamente una individualidad que el tiempo ya se ha encargado de borrar.
Son estelas funerarias que evidencian la naturaleza trágica de un avance tecnológico que nos sobrevive inútilmente por no responder a la demanda de la Infinitud.
En sus "Monumenta", el uso de la luz y cables que las rodean subrayan el carácter de estela, donde las lámparas en sustitución de las antiguas velas, nos recuerdan también la fragilidad de la llama (de la vida).

Al respecto, Gaston Bachelard decía; “ El soñador de llama une lo que ve con lo que ha visto. Conoce la fusión entre la imaginación y la memoria”. De esa unión nos quieren hablar estos vacíos, de parcelas de lo vivido que, por no ser recordado debe admitirse en el campo de la indefinición imaginativa, que ante esta nueva indeterminación resulta ser posibilidad en potencia y por tanto también, un reflejo de nuestro propio destierro.

La mayor parte son fotografías de niños en un primer plano; la presencia de una ausencia cuya
juventud se ha desbordado hacia la muerte, permaneciendo en un estado de falsa insistencia que nos instiga e incomoda, por sabernos culpables de su olvido. Sus nombres emergen silenciosos pero eficaces y sustituye la palabra por su imagen, icono irrefutable de nuestra era. Es el homenaje que les ofrece Boltanski, es la emersión que, aunque anónima pretende transmitirnos un hecho, una sensación, un sentimiento común que en Occidente ha sufrido el envilecimiento de lo material, donde la memoria sólo pervive a través del objeto y no del conocimiento, lo cual,
tal vez, no hubiera dejado huérfanos tantos vestigios de vidas ignoradas.

A estas “pequeñas memorias” van dirigidas estas fotografías, vidas que no aparecen en los libros de historia pero que presentan el valor de la unicidad que, sin embargo, jamás será descubierto. Es una batalla perdida de antemano, es precisamente la necesidad que se concretó en la imagen
fotográfica desde que ésta comenzó a suspender y plasmar trocitos de realidades – recordemos el “punto de vista” desde la ventana de Le Gras-; es ese irrefrenable deseo de permanencia.


Punto de Vista desde la ventana de Le Gras.
Considerada la primera fotografía en 1826 por Niépce.




miércoles, 9 de febrero de 2011

Me ombligo.


Las mujeres del equipo "Germinal" me preguntan si estoy esperando a mi príncipe azul.
Al príncipe no, al caballo -me gustaría decirles. Espero el viaje en corcel que me arranque las anestesias. Que me lleve a cualquier cama, a cualquier plaza donde me provoquen el aborto involuntario de mis penas, donde me zarandeen en un giro copernicano del ombliguismo extasiado al mundo.
Por fin, al mundo.

Un desgarro en mitad del Mediterráneo.



Cómete la entraña partida. Será mi ofrenda a lo pagano de no habitarnos.
Que hoy, con el ombligo ahorcándome,
caeré ante la arena de los vencidos.

sábado, 5 de febrero de 2011

De sangre y fluidos.


Ya sé, ya sé. Éste es el mismo reflejo que te clavará esa punzada que ya cuenta 2555 nudos en la aorta. Lo sé, porque yo también lo disimulo un poco con el eyeliner, para que mi mirada sea menos tuya y el cabrón del espejo deje de devolverme tus ojos.
Te levantarás al lado de ese otro. Bostezarás un poco exageradamente, para quitarte el sueño. Irás al baño para mear y lavarte un poco. Ése. Ése es el momento. Alzarás la vista y me verás a mí, como yo te veo a ti. Un pálpito que no atiende a razones acudirá, tal vez, al lagrimal...y te desharás de él con la misma velocidad con la que te enciendes el cigarro mañanero.
Los nudos van cortando riego y el corazón ya ha sido declarado zona necrosa.
Digo, sálvese quien pueda. Y me lavo tu cara.

martes, 1 de febrero de 2011

¿A qué suena una vida?

Fotografía de Cartier Brensson.





Leo de Sijie que el bambú tiene un sonido particular al crecer, que puede hacerlo hasta treinta centímetros al día. Me pregunto cómo será sentir la vida a través de una oreja y me detengo en la imagen de ese movimiento casi imperceptible, pero igualmente inercial; inscrito en lo más profundo de toda secuencia vital destinada a esa apoplejía súbita, esa nada incierta y cobarde por obtusa ante su continua negativa a darnos respuestas.
Y sin ellas, proseguimos en la continuidad de los rituales diarios, de las relaciones, los efectos mariposa, la gravedad de nuestras carnes...y en definitiva, ese dejarse atravesar por la vida con más o menos aliento, agarrando con frenesí nervioso fuerzas que nos saquen de los espejos donde creemos reflejar nuestro Yo más auténtico; mentiras, digo, mentiras...porque un espejo no es copia ni reflejo, sino imagen invertida.
Y he aquí el juego; yo no soy tu espejo, ni el mío. Soy simiente y crezco en el reducto de esa última partícula absoluta que compone la esencia de la materia imprecisa que tejen mis intenciones, las imperfecciones que omito y de las que aquí, en esta mitocondria, me jacto. Alfa y Omega de mi propia historia. Contradicción y tautología.
Y
al igual
que el bambú,
taxonómicamente
inclasificable.

lunes, 24 de enero de 2011

Tránsitos, al fin y al cabo.

Fotografía de Josef Ehm.
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
Ángel González.

La herrumbre de los pasos,
me queja
me abdica.

Y esta suspensión anodina
en los márgenes de una realidad
que no comparto;
abyecta óxido en cada comunicación
por la torpeza del aire
que nos traspasa
y provoca.

Tu desnudez, calmada
por la evocación imprecisa
de esta memoria
que recorre tiempos
y espacios
y algún que otro golpe seco
de razón reducida
al puro sentimiento.

Tu voz, en la distorsión
de un diálogo
tangente
y rabioso por incapaz
de provocarme
un paro cardíaco
en esta torpe e inevitable caída
a tus vacíos.



martes, 18 de enero de 2011

El lamento de la femme fatale


Fotografía de Bill Brandt.



Es un mito erótico, dicen. Se pasea camuflada por la ciudad, con su abrigo grueso de colores fríos y botas altas, conjunto de chica-in que usa en cada recorrido de su casa al trabajo. Algún viejo la espera, apoyando su ansia en el bastón para verla cruzar por el semáforo en el que casi siempre corre un poco, dejando intuir el peso de la celulitis en cada paso apresurado.

En el trabajo se exhibe, coqueta y consciente, dueña de instintos y de animales. Toda una Pothnia en los descansillos a la hora del café aguado y mal servido. Hoy, labios color carmín delatan que es un día especial, un día gamberro.
Esta vez, el camino de vuelta cambia y al pobre viejo se le cae un poco el mentón al no verla cruzar a las dos y media. El panadero mira el reloj mientras se coloca las pestañas y coge aire (aumentando pecho y reduciendo abdomen). Debe estar apunto de llegar Ella, con su sonrisa al decir "Hola, ¿Me pone una barra de pan, una barra de solterona adicta a las dietas? Pero hoy, no llega y el panadero respira resignado.

Esta mujer camina apresurada, como si llegara tarde. Se para delante de un escaparate, se quita el abrigo y lo deja tirado en la acera; quiere lucir su cuerpo y se guiña un ojo. Sube a una azotea por una salida de emergencia. Y allí, en lo alto, sentencia:

- Porque tus maxilares me codician y yo ya no me vendo al mejor postor, ni al peor, ni a ninguno. No quiero tus sueños rotos y tus piropos baratos made in Becquer. Quiero que me desnudes despacio y me arañes por impostora, cuando compruebes que todo son tintes y etiquetas y rimels y orgasmos vacíos y fingidos. Quiero que además de mirarme las tetas me desordenes de arriba a abajo. Quiero que me conozcas hasta agotarte y de una bofetada me digas; ¡mírame, coño! Quiero que seas Mujer y Hombre y te importe cómo hacerme gritar mientras me tocas.

Se fuma un cigarro y con la última calada, aplastando la colilla contra el suelo, amenaza los restos con un " Muérete, insecto, que ahora vivo yo".

jueves, 13 de enero de 2011

Declaración de intenciones.


Fotografía de Chema Madoz.

Me abstengo del zafio ridículo de contener el aliento ante la palabra malsonante, el acto pervertido de tu boca que se aproxima o la mano que alcanza esta carne.
Me opongo, no obstante, al batiente abierto de mis piernas ante un cualquier " me gustas, encanto" a las mañanas sin palabras y a los alientos desordenados.
Me declaro objetora de tus obsesiones y las suyas, y las de más allá (por si acaso).
Me sitúo en la frontera de mi piel, extraditándote a los confines de mi memoria, reteniéndote en el más absoluto de los presentes, para así no mezclarte en pliegues con otras sábanas.
Me gradúo en vasos de vino y botellines de cerveza, con el despropósito de no mezclar en color y sabores.
Me instruyo en cada una de mis cojeras, preparando una inyección anestésica de emergencia para cuando estén lejos las demás curas.
Me alimento del reino vegetal y sus aledaños, intentando no pervertir mis alrededores con los altercados de mi conducta.

Sólo me queda desearme un "alea iacta est". Brinden conmigo, alcen sus licores preferidos y sentencien bien alto: ¡Nunca bebas ni vivas con moderación!
Así sea.

(Todas estas tautologías, en realidad, están sujetas a posibles virajes).

sábado, 8 de enero de 2011

Destiérrate.

Fotografía de Dorothea Lange




Me gustaría decirte "Qué mal te he querido" y dejar el libro, a medias de leer, encima de la cama. Pisar el suelo de cerámica, que conserva este frío por el que tiritan los cristales, descalza y pensar que podrías venir a calentármelos.
Porque fuera, la historia quema y abruma y me hace tener esas ganas de llorar profundo, hasta que la cabeza me apriete tanto que los ojos se vuelvan incandescentes y rabiosos.
Pero no te lo digo y enciendo velas que desplacen oscuridades y otras vicisitudes que amenazan lluvia sin plegarias y en clave de desconciertos. Me muerdo el labio, fuerte, para que el dolor salga de alguna manera herido y sangriento.
Estoy escupiendo el germen atormentado de mis dudas. Deténme.

miércoles, 5 de enero de 2011

Horror non vacui

Feininger "La dama de malva"


Me gusta ser odiosamente mortal, y que todo termine y empiece de nuevo, que no existan en mis átomos y células ningún resquicio de eternidad para mi memoria...a pesar de los innumerables gramos de vida que circulan por mi sangre, obviando que en cada inspiración cotejo el aire de mis ancestros y de tus quejidos.
Me gusta pensar que el vaho que hoy entela los cristales es sólo mi anhelo de h intercalada en todas y cada una de las conversaciones a tus espaldas. Que mis desgarros no llegan a calar en tus oídos. Que estoy sola, muy sola y jodidamente feliz. Porque empiezo a gustarme entre estas tintas que destiñen mis cabellos, las de unos puntos suspensivos que ahora recojo para no dejar rastro ni puertas entornadas.
Sal por el balcón si intentaste llamar a mi puerta.

martes, 4 de enero de 2011

El ciclo del agua.

Fotografía "Glass tears" de Man Ray.

"Tengo centenares de épocas en mi breve tiempo
Tengo miles de lenguas en mi ser profundo".
Huidobro.

Quiero decir que, tal vez esté bebiéndome el sudor jabonoso de Séneca, el gargajo de algún lord o las secrecciones de Rembrandt. Qué altanero propósito al que sin querer jugamos; este cerrar círculos que nos traspasa.
Porque sigo siendo un trocito de siglo XVI, un poco de añil en la paleta de Monet, el temblor de los labios de una fiel esposa delante de su primer amante. Soy, también, aquella nota colgada en la taquilla de un adolescente. Una piedra en Roma. Mis uñas tienen acetato de celulosa de las lágrimas de cristal. Mis huesos tienen un poco de la sustancia de tus zapatos.
Hoy soy uno de esos ciclos que se cierran, el desagüe por el que circulan y se olvidan todos los principios y finales. Porque me deleito con las mitades sin bordes ni eternidades.
Hoy sólo yo, sin mi atravesar el mundo en su espacio y tiempo.
Porque
Hoy quiero el pan sin corteza.