
Seamos mortales durante quince minutos
para enterrar las manos en las vísceras
que nos pesan
y sangrar, sangrar profundo
Nos veremos sin las pieles
de la eternidad que pactamos
con los dioses
Serás un tú
Seré un yo
terriblemente grávido y carnoso
sin el sueño
de ninguna noche de verano.
Sin el respiro
ResponderEliminarde ninguna tarde de primavera.
Vaya, me ha gustado esta entrada. Sí, señorita.
Saludos.
Es en lo terrenal donde sucede todo, donde hombres y mujeres existen. Me ha encantado esto, mucho.
ResponderEliminarmuy bueno... hay que meterse mano hasta las vísceras para sentirnos vivos
ResponderEliminarQue los pronombres sean alas y las alas unicornios.
ResponderEliminarAbrz.
sexy..
ResponderEliminar!!!
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