
Feininger "La dama de malva"
Me gusta pensar que el vaho que hoy entela los cristales es sólo mi anhelo de h intercalada en todas y cada una de las conversaciones a tus espaldas. Que mis desgarros no llegan a calar en tus oídos. Que estoy sola, muy sola y jodidamente feliz. Porque empiezo a gustarme entre estas tintas que destiñen mis cabellos, las de unos puntos suspensivos que ahora recojo para no dejar rastro ni puertas entornadas.
Sal por el balcón si intentaste llamar a mi puerta.
no salgo al balcón que me caigo
ResponderEliminarNo está muy alto, sr. Kye...
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