martes, 4 de mayo de 2010

el shock y la conciencia

Siempre habrá carroñeros que intenten cegarnos y apoderarse de nuestros senos, siempre una garra arrancando jirones de alguna piel; un picotazo, alguien que exclama sin sentido a nuestro cielo un "¡culpable!", un ave que se alimente de nuestras miserables cenizas...para que no podamos barrer bajo la cama sin recibir el clamor popular del imperfecto idiota que estigmatiza con frases hechas o guiones de telenovelas nuestra decisión definitiva.
La existencia en estos casos, nos remará imperturbable, en busca de nuevas conquistas y verdades. Dejando que la casualidad y el destino se entremezclen y diluyan en un remar continuo. En él, hoy mi barca queda presa y no espera el resurgir del sol.

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