martes, 7 de diciembre de 2010

Como lágrimas en la lluvia


De la noche, saca la mano el barquero. Llueve. Grandes pompas esféricas, perfectas, putrefactas...aparecen y desaparecen en los charcos. Una orilla. Dos pasos más allá, el torrente y el barquero. Dos monedas, un viaje. De ida. Sólo de ida.
Estás cansada, de deberte a las cegueras, las ambigüedades y las prisas. Los "noli me tangere" de las ruinas excavadas en las conciencias hoy...se precipitan. Los quiebras todos; y corrompes carnes que besaste y amordazas, suicidas máximas que sólo te llevaron a la cordura, borras números que sumaste cada sábado.
Te das a una vida sin querer.
Y ya no quieres a la inercia como guía.
Rema barquero, rema...

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