lunes, 24 de enero de 2011

Tránsitos, al fin y al cabo.

Fotografía de Josef Ehm.
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
Ángel González.

La herrumbre de los pasos,
me queja
me abdica.

Y esta suspensión anodina
en los márgenes de una realidad
que no comparto;
abyecta óxido en cada comunicación
por la torpeza del aire
que nos traspasa
y provoca.

Tu desnudez, calmada
por la evocación imprecisa
de esta memoria
que recorre tiempos
y espacios
y algún que otro golpe seco
de razón reducida
al puro sentimiento.

Tu voz, en la distorsión
de un diálogo
tangente
y rabioso por incapaz
de provocarme
un paro cardíaco
en esta torpe e inevitable caída
a tus vacíos.



2 comentarios:

  1. "...por incapaz
    de provocarme
    un paro cardíaco"

    interesante manejo del reclamo a través de ésta imagen.

    saludos.

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  2. los vacíos pueden ser buenos o malos
    desesperantes o ilusionantes
    siempre oscuros
    terroríficos
    o
    llenos de nada
    para llenarlos de todo

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